Originario de Temoaya, Oscar de la Cruz Arana decidió estudiar Turismo en la UAEMéx Tenancingo. Ahí se formó en cultura, museística, historia del arte y negocios, bases que marcaron el inicio de su trayectoria. Reconoce que la teoría fue solo el comienzo: la clave estuvo en la capacitación constante y en especializarse para destacar en un sector competitivo.
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“Primero pensé en estudiar medicina, pero lo que realmente me movía era el intercambio cultural. Turismo me daba la oportunidad de conocer lugares, historias y personas. Eso fue lo que me convenció”, recuerda.
Tras concluir la licenciatura en 2015, realizó una estancia en España, donde se acercó a la industria del vino y la riqueza cultural del país. Más tarde trabajó en Ixtapa Zihuatanejo en recepción y animación, y colaboró con la Dirección de Turismo de Temoaya en proyectos como la creación de una ruta turística y una pasarela de rebozos para difundir la labor artesanal.
Su camino lo llevó a la Riviera Maya, donde trabajó en cadenas como RIU, Iberostar, Vidanta, Hard Rock y, finalmente, en Experiencias Xcaret. Esa etapa marcó un giro decisivo: el salto al mundo de los cruceros.
“En Xcaret estaba muy bien, pero desde la universidad yo había decretado que algún día trabajaría en un crucero. Era mi sueño. Cuando llegó la oportunidad fue difícil dejar lo que tenía, pero entendí que había que arriesgarse”, cuenta.
Con disciplina, se preparó en idiomas: hoy domina inglés, francés conversacional y alemán básico. En su puesto actual organiza bodas, coordina eventos privados, acompaña grupos y recibe a directivos e influencers.
El mayor reto, admite, es la distancia. “Estar lejos de casa por meses es complicado. Extrañas tu cultura, tu comida, tu gente. Pero aprendes a adaptarte y a convivir con personas de todo el mundo. Es difícil, pero enriquecedor”.
Con 77 países recorridos, Oscar acumula experiencias que le han enseñado la importancia de la coordinación y la preparación en alta mar. “Me apasiona aprender y transmitir lo que sé. En turismo siempre hay que estar hambriento de conocimiento”.
Aunque disfruta su carrera, sueña con retirarse pronto para emprender un proyecto propio y dedicar más tiempo a lo que lo conecta con la naturaleza: ejercicio, yoga, meditación y montañismo.
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“La carrera es muy amplia. Hay oportunidades en muchas áreas. Lo importante es recordar de dónde vienes y hacia dónde vas. Capacítate, lucha por tus sueños y haz que sucedan”, concluye.
